domingo, 25 de agosto de 2013

Cátedra Local. Capitulo VI. Mitos y Leyendas de Honda.. Por Tiberio Murcia Godoy

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En el mundo hay muchas personas que preguntan por narraciones que han escuchado, algunas han viajado para escribirlas otras para deleitarse con las mismas. Los mitos y leyendas pululan a través del tiempo y en distintos lugares de nuestro planeta: India, China, Japón, Arabia, Grecia, Roma, y en épocas aborigen, medieval o actual.
Quién no ha escuchado las trascendentales narraciones griegas escritas por Homero como la Ilíada y la Odisea donde nos describen a Zeus, Prometeo, Hércules, Teseo, Perseo, Aquiles, Ulises, o las de Roma como Rómulo y Remo, o las nuevas leyendas norteamericanas de Superman,  Aquaman, La Mujer Maravilla, Batman y Robín o el mito de King Kong

Nuestra ciudad no es ajena a este mundo maravilloso de los mitos y leyendas que han sorprendido al hombre desde épocas remotas hasta nuestros días.

MITO  Luis Fernando Solórzano Sánchez en su libro Mitologías y creencias populares de Colombia nos trae a colación; “que el  mito es universal, su base es la producción de fantasías, a veces poética e inverosímiles, interpreta un sueño o una pesadilla colectiva de misterios miedos o encantos sobrenaturales, sus protagonistas son monstruos o seres fantásticos, ante los cuales el hombre es impotente “.

El Mohán: Es un mito de las aguas, pero se le encuentra, sino en el río grande de la Magdalena. Su única privacidad consiste en seducir y raptar campesinas que se han entrado a  la pubertad, para lo cual toma figura de joven apuesto y audaz. A veces siempre, la muchacha raptada, aparece cuando menos lo piensa y en su casa ya no la esperan, hecha toda una madre
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 La Madremonte: Este personaje es una especie de ninfa de los montes del llano. Para castigar las malas acciones de los campesinos seca las fuentes de sus pejugales o parcelas, sobre todo cuando se enredan en pleitos de linderos, pero el que sufre los perjuicios de la sequía es siempre, el que no tiene razón “  compadre “; si me adelanta las cercas, cuido con la Madremonte .

 


  La Patasola: Mujer hermosísima de cabellos rubios, que aunque no tiene sino una pierna, se transporta, con rapidez de un sitio a otro, entre los ventarrones que produce su vuelo. De ella se valen los campesinos para atemorizar a los niños y obligarlos a portarse bien, pues si nos ojea, o sea que les tuerce los ojos, les mete grillos en los oídos y sapos en  el estómago y les hace otros maleficios, de los cuales no los pueden salvar sino sus propios curanderos. Para ahuyentar a la Patasola y evitar los males que procura, los vecinos tienen una oración que le llama la oración del monte. 

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La Leyenda
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LEYENDA. “Es regional, su base es la producción de fantasía, hechos de carácter mágico o insólito de personas común y corriente  o llamadas de carne y hueso, son frecuentes las similitudes de los hechos o pactos diabólicos, brujería y hechicería,  se puede rastrear y comprobar, sus protagonistas son hombres o animales que realmente existieron”


El Cura sin cabeza;

En las afueras de la ciudad colonial, en un chircal en donde se tallaba la piedra cerca de la Quebrada Seca, luego del terremoto de 1.805, aparece en varias épocas del año el curta sin cabeza. Cuentan los que le han visto que se observa una persona con los hábitos religiosos merodeando  las ruinas del chircal donde hubo una capilla en la que los esclavos reciban educación religiosa luego del trabajo diario; cuando le observan detenidamente notan que no posee cabeza y salen despavoridos. Algunos han oído el repicar de las campanas a media noche

La leyenda dice que el cura cuida una custodia que está sepultada bajo las ruinas del chircal y los que han hecho excavaciones sienten  la presencia de algo sobrenatural y abandonan el lugar. Personas que por temor no cruzan frente a las ruinas lo hacen por el lecho de la quebrada por donde se forma un pequeño playón de arena fina, y son atacados con piedras que luego desaparecen en la arena.

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Siete Pecados

Entre los límites de los Barrios Arrancaplumas y Pueblo Nuevo en el sector denominado La Noria hay un sitio que extrañamente cede unos centímetros cada año. Los  arrancaplumeros no son amigos de cruzar tarde en la noche por este sector. Relatan algunos que allí, a orillas del río Magdalena, existía un bar en el que abundaban el trago y las mujeres por el continuo arribo de los capitanes de los vapores que iban, o rumbo Ambalema, Girardot o Purificación río arriba, o a La Dorada, Mompox o Barranquilla , río  abajo.

Cuentan que en plena semana santa  las mujeres que atendían el bar vestidas de monjas, bailaron la danza de las plumas. Estando en el famoso baile el piso de la edificación cedió, arrojando a las bailarinas e invitados al río. El bar se hundió misteriosamente con todos sus asistentes.


Algunos explicaron este fenómeno diciendo que coincidencialmente se hundió ya que por debajo del famoso bar cruzaba un río subterráneo, amargándoles el baile a los asistentes y el paso desde esa época a los vecinos del sector. Algunos opinan que por castigo divino aún sus almas penan.

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Este libro se puede adquirir en la Casa Museo Alfonso López Pumarejo.
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Tomado de el libro "Descubriendo la Villa de San Bartolomé de Honda. Cátedra Local".
ISBN 948-958-46-0150-6