martes, 24 de mayo de 2011

¿Por qué no navegar el Magdalena entre Neiva, Honda y Barranquilla? Por Tiberio Murcia

Hace poco una compañera de labores me relató su travesía en barco zarpando de Cartagena y recorriendo Panamá, Curasao y otros sitios del Caribe; cuando me preguntó si había hecho una travesía en barco, le relaté la que hice en el 2002 en La Marcela, entre Puerto Triunfo y Cartagena. Al escuchar la narración de los hermosos paisajes, su gente y lo bello que son nuestras riberas del río grande de la Magdalena, quedó sorprendida de que en Colombia el río todavía se pueda navegar.

Si, causa curiosidad saber que el gran río de la patria, donde está asentada más del 45 por ciento de la población colombiana, el mismo que fue utilizado por nuestros aborígenes con tanta facilidad para comunicarse entre el norte y el sur, nosotros los civilizados, no lo utilicemos, y más con toda la calamidad vial existente.

Navegar por el río es lo más maravilloso y espectacular que le pueda ocurrir a una persona. Por aquí, por este río ingresó todo el desarrollo de la actual Colombia, ¿y qué recibe el río hoy?, la basura y la contaminación ambiental producida por los habitantes de las ciudades y capitales que se formaron a través de los tiempos.

Sí, me dieron el gusto de poder navegar entre Puerto Triunfo y Cartagena, y aun poseo la bitácora de ese maravilloso viaje por la otra Colombia, la del río. Partimos de Puerto Triunfo en el Barco La Marcela propiedad de los Madariaga-Cosme (Barco que ya salió de circulación) y recuerdo ese gran playón de arena que había ese 7 de diciembre del 2002. Zarpamos y pasamos por Puerto Boyacá, la Tigrera, Puerto Nare, Puerto Berrio, río nuevo, sitio nuevo, Vijagual, Bodega Central, Capulco, Puerto la Gloria, Gamarra, El Banco, Mompox, Tacaloa, Santa Ana, Talaigua, San Zenón, Yucal, Calamar, canal del Dique, y llegamos a Cartagena a las 5 y cuarto de la tarde del 11 de diciembre, luego de cuatro días y sus noches navegando.

De Barrancabermeja hacía abajo no hay problema con la navegación por que hay servicio de lanchas, y la comunidad ribereña de esos lares saben para que sirve el río, el problema es de ahí hacia arriba, problema que se solucionará si se da el famoso y cacaraqueado puerto multimodal en Puerto Salgar (Cundinamarca) donde, según el proyecto llegarán los barcos de carga procedentes del exterior a cargar y descargar las mercancías del centro del país, y viceversa, como en otrora en los puertos de Caracolí y Arrancaplumas en Honda (Tolima).

De ahí para arriba dicen los expertos, se podría utilizar la navegación con fines turísticos, ya es así que desde hace unos diez años está navegando el Florentino Ariza, barco réplica de los anteriores de vapor que surcaron nuestro río, con sede la ciudad de Girardot (Cundinamarca). Este barco ya ha hecho travesías a Honda, La Dorada, y Barranquilla, demostrando que si se puede navegar tranquilamente las turbias aguas del Magdalena.

En las fotografías que acompañan este artículo podemos observar el Florentino Ariza atracando en la playa de Ambalemita y a su fondo el majestuoso puente Luis Ignacio Andrade, cuando regresaba de un periplo de la Costa Norte. También un remolcador en el puerto de Arrancaplumas, que hizo el deleite de los turistas entre Honda y Girardot. Además del famoso aerodeslizador , que hoy surca las aguas del mar Caribe, siendo probado en los rápidos de Honda




Ahí está la prueba que si se puede volver a utilizar la navegación por el Guacahayo, el Arly, el Yuma, o el Caripuaña, el mismo Magdalena, navegación que se podría hacer entre Neiva y los puertos del Alto Magdalena, como Purificación, Girardot, Guataquí, Ambalema, hasta Arrancaplumas en Honda, y en Honda, bajar hasta el puerto de Caracolí, y de ahí para abajo navegar espléndidamente el medio y bajo Magdalena, pasando por las ciudades antes mencionadas, hasta Barranquilla, o desviándose por el Dique hasta Cartagena.

Navegar es maravilloso, el tiempo corre tan lento que los segundos ni se sienten, la brisa del río arrulla, las puestas del sol con sus rutinarios cambios multicolores, la acogedora gente amable y cordial, la historia de los puertos narradas por anónimos hombres que se jactan de contarla hacen que la navegación por el río de la patria sea un compromiso, porque como dijo un ciudadano:”no hay cosas imposibles, sino dirigentes incapaces”.

Tomado de:
http://www.kienyke.com/2011/05/23/%c2%bfpor-que-no-navegar-el-magdalena-entre-neiva-honda-y-barranquilla/

jueves, 19 de mayo de 2011

Ruta del sol, la de Bogotá vs la ruta de Cocolo, la regional Por Tiberio Murcia

En la época aborigen todos los poblados eran importantes, ya que estos eran autosuficientes, cada pueblo dependía el uno del otro, y aunque había ciudades preponderantes, todos los poblados dependían entre sí. La demora fue la llegada del hombre español quien impuso su régimen de ciudades centralistas, régimen acogido hasta el día de hoy, de ahí la necesidad desde la época de la colonia de unir la capital con la costa norte de Colombia, y así se ha cumplido a cabalidad.


De aquellos caminos aborígenes, algunos fueron acogidos por los españoles y se les llamó caminos reales, los otros desaparecieron. Uno de estos caminos fue el que existió entre Honda y Santafé, trazado por allá en el año de 1555, lo que le dio auge e importancia como nodo comercial, económico y portuario a la villa de Honda. Desde esa época nació esa unión entre la capital y el principal puerto del interior, que le comunicaba directamente con Cartagena, y de allí a España, y viceversa.

A comienzos del siglo XX, Bogotá se conecta con Puerto Salgar por vía férrea, y por ende la línea continuaría hasta la Costa. En 1952 se conecta Honda y Bogotá por vía carreteable, y se inaugura el puente Luis Ignacio Andrade, el mismo que comunica ahora a Bogotá con Medellín, Manizales y la costa norte de Colombia.


En el gobierno de Samper se contrata la Ruta del Sol, una nueva vía que acortaría distancia entre Bogotá, y la Costa y por ende con Medellín, pero sacaría a ciudades como Guaduas, Honda, Mariquita, Amero-Guayabal, Manizales, entre otras del departamento de Caldas y del Norte del Tolima del espectro carreteable. Casi obligando a que estas ciudades utilizaran la Ruta del Sol, yendo hasta Puerto Salgar y retomar la vía centro del país con Bogotá.


Para evitar sacar de paso esta gran región, la Sociedad Caldense de ingenieros y arquitectos en el 2001, ponen a consideración la propuesta denominada Túnel de Cocolo, “Se trata de una conexión vial entre el punto de la carretera que de Honda conduce a Guaduas, con la autopista Tobiagrande-Puerto Salgar, exactamente frente a la localidad de Guaduero”, así lo expreso el ingeniero civil Jaime Guzmán Mejía. (Ver imagen de trazados).


“Acorta 28 kilómetros el recorrido hacia Bogotá; reduce en 73 minutos el mismo recorrido al obviar el paso por el Alto de la Mona y del Trigo y aprovechar el Sector Guaduero-Tobigrande de la autopista mencionada; para los viajeros de Pereira a Bogotá será más corto utilizar el Túnel de Cocolo que el Túnel de la Línea; es la ruta más corta entre Quido y Bogotá; la ruta más corta entre el Puerto de Tribuga y Bogotá”, en fin son más ventajas que desventajas para el occidente de Colombia y los proyectos de progreso y desarrollo de de país.


Como las grandes ideas en este país de intereses individuales, se relegó este proyecto, proyecto viable por donde se le vea. Hoy, y a raíz de la problemática existente, Bogotá está más lejos, ya no hay las cuatro horas a Honda, o las diez a Medellín, las ocho a Manizales o las 18 a la costa, ahora son ocho a Honda, 14 a Medellín, 12 a Manizales, para la Costa se van por Tunja. Las vías están deshechas, no hay comunicación vial confiable y eso que estamos en el siglo XXI.


En este momento las Cámaras de Comercio de Honda y de Manizales lideran una vez más esta propuesta, y acogiéndose a que el actual ministro de transporte Germán Cardona ha manifestado públicamente en una entrevista concedida a El Espectador “que el país tiene que entrar en la era de los proyectos tuneleros, como los hizo España hace 30 años”, “porque genera desarrollo, hay menos consumo de combustible y menos desgate de las maquinas y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, pensar no en grande, sino en inmenso”.


Si nuestros dirigentes fueran menos mezquinos, y tuviesen una mentalidad progresista y de desarrollo, no estaríamos como estamos, sumidos en un caos vial, en donde perdemos tiempo, terrenos, y ciudades, pero ante todo, estamos perdiendo competitividad. La Ruta de Sol acercará unos kilómetros más la Costa con Bogotá, pero la ruta de Cocolo, acercará a la capital con una región que le ha aportado desde la colonia hasta el día de hoy, y que no debe recibir de su dirigencia nacional el relegamiento y el abandono, sino al contrario, contribuir a su grandeza y ante todo a su desarrollo, al fin y al cabo, todos somos Colombia

Tomado de:


  • Martha EchaVarria · Docente at Gobernacion de cundinamarca
    Interesante propuesta para colombia.
    • Yolanda Marín · Honda, Tolima
      Pues, todos los habitantes de esta regíon como Honda, Guaduas y La Paz, estamos en espera de la solución a la probelmática de movilización entre estas poblaciones, y además que dicha solución sea para largo tiempo, no queremos paños de agua tibia, la región necesita urgentemente manos a la obra, pensemos que las ciudades son puntos en nuestra geografía colombiana que deben estar interconectados de forma precisa y que esta conexión permita el desarrollo en esta época de la globalización.