lunes, 21 de agosto de 2023

En vida hermano, en vida. Exaltaciones, condecoraciones, menciones


En el trascurso de la vida he recibido, condecoraciones, exaltaciones, menciones, por el servicio prestado a mi comunidad en el barrio Pueblo Nuevo, en la ciudad de Honda y en la Villa de Guaduas.

Que en honor a la verdad es un aliciente, que obliga a seguir haciendo las cosas bien, e ir mejorándolas para el bien de todos.

Estas menciones en vida son halagadoras, y enaltecen la labor que se ha desarrollado sin pretensión alguna de figurar.

Tolimenses que dejaron huella en el 2022

Acontece que el pasado 31 de diciembre del año 2022, el periódico El Nuevo Día, tuvo a bien de resaltar 31 personas en El Tolima, y destacar 3. Trabajo elaborado por las periodistas Diana de la Torre y Valentina Silvestre. Y este servidor fue el 28, algo muy halagüeño, y que bueno saber que nuestro trabajo no pasa desapercibido.

Aqui dejo la nota.


Tolimenses que en 2022 dejaron huella: un año lleno de logros para la región


Sáb, 31/12/2022 - 06:00
Estas mujeres y hombres son la fiel representación de la pujanza, el liderazgo y esfuerzo, que caracteriza a las personas nacidas en el Tolima

28.  Tiberio Murcia Godoy – Escritor, docente e historiador 

En este 2022 uno de los libros de este hondano de 58 años, quien desde muy pequeño se apasionó por las letras, llegó a los corazones de los españoles, a través del reconocido programa ‘Vía incógnita radio’ de Madrid – España. En el cual leyeron su obra ‘Mitos y Leyendas de la Villa de Honda’, una recopilación narrativa de todos los hitos históricos, personajes representativos de los cuentos y las leyendas que aún están en la memoria de los tolimenses.
 
Cabe resaltar, que Tiberio Murcia Godoy, actualmente se desempeña como docente de Ciencias Sociales, impartiendo sus conocimientos a los pequeños.

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Esta exaltación me invita a subir otras menciones que he recibido a lo largo de los años. ( Iran apareciendo cronológicamente ).

Otras exaltaciones
2013
Mención Especial por la Alcaldía 
Reconociendo el desarrollo social y cultural

2014

Ciudadano Ejemplar
Por la dedicación al desarrollo cultural, cultural, turístico, histórico y educativo de Honda y Puerto Bogotá
De parte de la Camara de Comercio y Olimpica

2018

Condecoración Alfonso López Pumarejo
Maxima distinción que otorga el Concejo Municipal de Honda Tolima


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viernes, 18 de agosto de 2023

Palabras de Tiberio Murcia Godoy Miembro de Número de Centro de Historia de Honda en la apertura de el puente Navarro


 Tiberio Murcia Godoy

Foto Alberto Gómez Mejia

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Las comunicaciones en el continente han tenido privilegios, desde la conquista, la colonización, la república hasta nuestros días. La comunicación al interior del país desde Cartagena, Mompox a Honda se hizo por imposición de la corona, y luego por concesión. Fueron los amantes del comercio y desarrollo, quienes impulsaron el progreso a través de champan, luego a vapor, y así sucesivamente. Durante varios siglos, todas las personas que transitaban hacia el interior, obligatoriamente tenían que pernoctar en Honda luego de trasegar durante más de 30 días por el río Grande de la Magdalena, y desde aquí continuar rumbo hacía Santafé.


Antecedentes

En 1810, Ignacio Rocha asegura el remate del paso entre el río Magdalena, paso que hacía en canoa. En 1872 el Gobierno del Estado Soberano del Tolima dio privilegio y permiso a Prospero Pereira Gamba para construir un puente sobre el río, contrato que fue celebrado el 6 de noviembre del mismo año, pero por razones aún desconocidas este contrato no se llevó a cabo. El Gobierno nacional estaba interesado en la construcción de un puente sobre el río Magdalena y la construcción de un ferrocarril entre Honda y Conejo (Hoy La Dorada), para comunicarlos con el ferrocarril de Girardot. Fue así como el 13 de junio de 1879, el Gobierno celebró contrato con el señor Francisco B. Módica, el que se declaró nulo por falta de cumplimiento.
El 10 de junio de 1881, mediante Ley 50, el Congreso de los Estados Unidos de Colombia, autorizó al Gobierno celebrar contrato con el ingeniero civil Francisco Javier Cisneros, hombre capacitado y precursor de los ferrocarriles en Colombia; el contrato estipulaba en el Art 5 que “el día 1 de agosto de 1883, debería estar terminado el puente sobre el río o próximo a terminarse dicha obra, en caso contrario, caducaría la concesión para la construcción de dicho puente”.
(Debemos resaltar que el 15 de marzo de 1880 por orden del Ministerio de Economía y Transporte con el propósito de vincular el comercio de Girardot y los territorios del Tolima se construyo un puente colgante de madera, puente que se desplomo un 12 de enero de 1963).

El 14 de junio de 1881, el Secretario de Fomento, Gregorio Obregón firma contrato con el Ingeniero Cisneros, para la construcción del ferrocarril y el puente sobre el río, en inmediaciones a la ciudad de Honda. El Art. 7, del contrato reza; “Cisneros se compromete a construir un puente sobre el río Magdalena, en inmediaciones de la ciudad de Honda. El puente se construirá sobre bases sólidas durables y será de hierro rígido, colgante o de cualquier otro sistema, tendrá el ancho mínimo de tres metros y una resistencia suficiente para soportar por lo menos un peso de cincuenta toneladas”, “se concede a Cisneros privilegio exclusivo para explotar el puente por ochenta años, pasados los cuales esta obra, pasará a ser propiedad exclusiva de la Nación. Las tarifas del puente serán fijadas por Cisneros”.


El Puente
El puente fue construido por iniciativa del señor Navarro como puente peatonal, siendo el primer “Cantilever Bridge”, con estructura de hierro, ensamblado en el país, diseñado por la San Francisco Bridge Company de New York, consta de un tramo central, dos tramos menores y dos apoyos en mampostería en cuya construcción intervino el notable ingeniero José María Villa Villa, diseñador y constructor también del centenario puente de Santafé de Antioquia, tiene una longitud de 550 pies, anchura de 17 pies, y elevación sobre el nivel del agua de 60 pies.


El 13 de junio
Su primera piedra fue colocada el 13 de junio de 1894, terminado un 24 de diciembre de 1898, e inaugurado el 16 de enero de 1899, día de los cumpleaños de Don Bernardo. Su precio fue de cien mil pesos oro americano, y comunica a Honda en el Tolima, con el Corregimiento de Puerto Bogotá, Guaduas, Cundinamarca. Posee en emparedamiento las imágenes religiosas de la Virgen del Carmen y San Antonio.
Para atravesar el puente en esa época había que pagar un peaje, el cual cancelaban en Honda a Pascasio Medina y en el Puerto a Lucio Rodríguez; el precio oscilaba de acuerdo a la carga que cruzaran, se pagaba en cuartillas, unas monedas más pequeñas que las de centavo, que cabían en el dedo índice de la mano.


 Don Bernardo Navarro Bohórquez


Su pariente Tomas Sebastian Restrepo en su libro Impresiones y recuerdos (1922), escribe un reseña de don Bernardo, y en el año de 2013, en el libro Ximenez de Andrés Ospina, también aparece mencionado el iniciador del Puente, señor Bernardo Navarro Bohórquez. Nació un 16 de enero de 1847 en Tunja Boyacá; fueron sus padres don Cándido Navarro y Caya Bohórquez; de espíritu activo, trabajador infatigable, tenaz en sus resoluciones y constante en sus propósitos; luego de sufrir muchas vicisitudes llegó a Honda en 1874, en donde se radica con su familia, y es en el Tolima en donde la fortuna le sonríe; viajo a Europa entre 1892 y 1893, su constancia y abnegación en el trabajo, orden y economía, le inspira su decisión de darle a Honda y a Colombia el primer puente metálico sobre el río Magdalena y el segundo en dimensión en América. Don Bernardo falleció en Honda un 3 de diciembre de 1901.

Bien de Interés Cultural (Monumento nacional)
El 10 de mayo de 1994, (cien años después de su construcción) mediante Decreto Número 936, firmado por Cesar Gaviria Trujillo, presidente y Maruja Pachón de Villamizar, Ministra de Educación, el Puente Navarro fue declarado Monumento Nacional, hoy Bien de Interés Cultural Nacional.

Nostalgia
Son muchas las personas que recuerdan con nostalgia el paso de los vapores bajo el puente, lo cual era motivo de algarabía, placentero verlo desde allí; quién no recuerda las noches románticas, la luna llena, el resplandor de los luceros en la noche en un marco panorámico de la ciudad; un amanecer en donde la brisa del río se confunde con el frio del roció.