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Que orgullo encontrar en los medios de comunicación y en la web como resaltan el nombre y por ende su vida artística de este hondano, nacido un 4 de junio de 1959, como uno de los mejores, y primer rey vallenato de la canción inédita.
Pero demos un paseo por algunas paginas que han resaltado su nombre.
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Germán Villa Acosta, primer rey cachaco de canción inédita
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Por: Celso Guerra Gutiérrez
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Germán Villa, abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, nacido hace 62 años en Honda, Tolima, hijo del contador costeño Hernando Villa y la cundinamarquesa Ubaldina Acosta. Villa es abogado “magna cum laude”, con posgrado de la Universidad del Rosario en Derecho Tributario, obtuvo el título honorifico como mejor profesional de la promoción.
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A los 15 años conocía algo de ‘Alejo’ Durán, ‘Colachi’ Mendoza y Calixto Ochoa, quienes acababan de coronarse como reyes en el naciente festival vallenato y supo que “al pollo”, “lo vieron salir en las garras del jurado”.
Con algunos familiares conformó un conjunto vallenato, el fungía como guacharaquero. Se retira de este instrumento, para dedicarse a la composición. En 1974, compuso sus primeras canciones y logró grabar ‘Corazón hondano’, dedicada a su padre.
Por esos años, German Villa ya escribía poesía, que ha sido otra de sus pasiones, a algunas les ha puesto melodía vallenata.
Leía con emoción los primeros libros que llegaron a sus manos, los cuales hablaban de vallenatos: ‘Vallenatología’, de Consuelo Araujo, y ‘Vallenato, hombre y canto’, de Ciro Quiroz. No faltaban los LP de los López y el canto de Oñate, ‘Poncho’ y ‘Emilianito’, Silvio Brito, ‘Beto’ Zabaleta, Rafael Orozco y Diomedes Díaz.
En esa década compuso las canciones, ‘Puya del cachaquito’, ‘El cantor solitario’, ‘La niña del barrio’, ‘Llovizna’, ‘Quiero volver contigo’, ‘No me importa’ y ‘Mi desvelo’, las cuales grabó 30 años después en el álbum “Los reyes interpretan al rey”.
Conoció a su amigo de muchas batallas en el Festival Vallenato, el rey vallenato “cachaco”, Alberto Jamaica, nunca dudó que estaba frente al primer cachaco que podía ganar la corona de rey.
Desde el 2002 asiste al Festival Vallenato, con la ilusión de ver coronado rey vallenato a un cachaco, Jamaica lo logró, desde ese momento empezó a madurar la idea de que el próximo podría ser él.
A comienzos del año 2009 compuso ‘Cambio mis costumbres’, canción con la cual hizo su primera incursión en el Festival, logró el reconocimiento del pueblo vallenato y para sorpresa, ocupó el tercer lugar.
La canción fue interpretada con el acordeón del rey ‘Beto’ Jamaica y la voz de Jimmy Murgas, todavía se escucha decir que esa es la mejor canción del rey cachaco Germán Villa.
Para el año siguiente, ya con la fortaleza que da ser finalista del Festival, presentó un merengue, ‘Mitos y leyendas’, el cual estuvo hasta la segunda ronda.
En el 2012 se inscribieron al Festival 289 canciones, seleccionadas 74, una de ellas el merengue de Germán Villa, ‘El rey del folclor’. Villa compuso la canción al analizar detalladamente las teorías sobre el origen, intérpretes y expresión del ritmo.
Después de una cerrada competencia, ese año 2012 logró el sueño de ser rey vallenato.
Con esta exaltación de Villa Acosta y Jamaica se cumple la premisa de Consuelo, que debe seguir vigente y que Marín divulgo en la canción ‘Canta conmigo’, “que vengan de otros pueblos a cantar el amor amor a Valledupar”
Feliz cumpleaños Rey, “El cachaco más feliz del mundo” así como dijo Juan Rincón Vanegas cuando le informó al mundo que el nuevo Rey vallenato de la canción inédita del año 2012 era un Bogotano, a este gran representante del vallenato en la cultura capitalina le deseamos un feliz cumpleaños, muchas bendiciones y siga escribiendo esas lindas letras vallenatas.
“El cachaco más feliz del mundo”
Por Juan Rincón Vanegas
juanrinconv@hotmail.com
Al abogado tributarista y compositor bogotano Germán Villa Acosta, la noche del lunes 30 de abril de 2012, le cambió la vida porque cumplió su gran sueño cuando siendo muy joven se enamoró de la música vallenata estando a kilómetros de distancia.
Desde ese instante cuando se coronó Rey de la Canción Inédita Vallenata del 45 Festival de la Leyenda Vallenata, la felicidad se le desborda por cada poro de su piel y hace que venga constantemente a Valledupar con la excusa de bañarse en el rio Guatapurí, pendiente de algún día quedarse definitivamente.
Hoy a sus 56 años, recuerda que su primer contacto con el folclor vallenato fue a través del programa Concierto Vallenato que se emitía todos los domingos por Radio Juventud y que presentaba Carlos Melo Salazar, destacado locutor que sembró la semilla de la caja, la guacharaca y el acordeón en la capital del país.
Seguidamente se dispuso a tocar guacharaca y hasta conformó un conjunto vallenato con unos familiares, pero quedó frustrado porque, según sus palabras, no llenó todos los requisitos. Lo mejor de ese proceso de aprendizaje fue que se enamoró del aire del merengue e inició un estudio para conocer las canciones de sus mejores autores.
Estando en esas, tenía 16 años, compuso su primera canción titulada ‘Corazón hondano’ en homenaje a su progenitor Hernando Villa, quien era de Honda, Tolima. De esta manera comenzó este nuevo oficio hasta hoy contar con más de 70 canciones, algunas de ellas, grabadas y otras que han ocupado destacados lugares en distintos festivales vallenatos.
“Soy un enamorado del vallenato auténtico y lo defiendo en todas partes, aunque respeto las otras líneas, pero siempre he sido seguidor de Alejo Durán, Luis Enrique Martínez, Julio de la Ossa, ‘Colacho’ Mendoza, Calixto Ochoa, Juancho Polo Valencia, Miguel López y Emiliano Zuleta Díaz, entre otros. Como se dice, pura música yuca”, indica emocionado Germán Villa.
Por un largo tiempo las canciones del compositor más feliz del mundo, estuvieron escondidas en las hojas de dos grandes cuadernos, donde también están un sinnúmero de poesías, que solamente salían en fechas especiales y se volvían a guardar.
Antes de participar en algún concurso el compositor concurría al Festival de la Leyenda Vallenata a empaparse más de la esencia folclórica, pero en el año 2006 sucedió algo que le inyectó la energía necesaria y fue cuando se coronó como Rey Vallenato su paisano, Alberto ‘Beto’ Jamaica.
“Eso fue emocionante ver coronarse como Rey Vallenato del Festival de la Leyenda Vallenata a mi amigo de siempre, ‘Betico’ Jamaica, y entonces me tomé un tiempo prudencial y me presenté en el 2009, quedando en el tercer puesto con la canción ‘Cambio mis costumbres’; en el 2010, con ‘Mitos y leyendas’ pasé a la segunda ronda; en el 2011, ocupé el sexto puesto con ‘Un sueño real’ y en el 2012 gané con ‘El rey del folclor’. Todas estas canciones son en ritmo de merengue”.
Entonces, después de contar su trayectoria en el Festival de la Leyenda Vallenata sorprende con una declaración que lo lleva hasta las lágrimas.
“Después del nacimiento de mi hija Gabriela y por encima de mis logros académicos y mi afición por mi equipo Santa Fe, el haber sido elegido rey de la canción vallenata, es lo más grande. Era mi sueño, el sentir de mi vida y la fortaleza que hace que ame más este folclor que corre por mis venas. Las palabras sobran porque el corazón quiere cantar un merengue”. Los presentes en la entrevista guardan silencio y a los pocos segundos lo aplauden. Esos aplausos sinceros lo hacen comprender que es todo un rey.
Seguidamente indica que “la canción ganadora es una defensa absoluta del merengue, que al interpretarlo Martha Solano, le doy la mayor importancia a la mujer y por último que los cachacos somos parte integral del Festival de la Leyenda Vallenata”.
El Rey del folclor
Para darle mayor trascendencia a su sonora victoria el compositor Germán Villa Acosta, grabó una producción musical titulada: ‘Los Reyes interpretan al Rey’ donde estuvieron como invitados los acordeoneros Alberto ‘Beto’ Jamaica y Almes Granados y en el canto Martha Solano, Celena Romero, Silvio Brito, Ivo Luis Díaz, Jimmy Murgas, Oscar Díaz, Wiston Cotes, Julio Ospino, Luis Carlos López, Wilson Rodríguez y Odacyr ‘El Ñeko’ Montenegro.
“En este trabajo vienen 14 canciones mías, de Mateo Torres ‘Tu eres el amor’ y Marvin Cuel Baute con ‘Un beso en Barranquilla’. Inicialmente lo promocioné en Valledupar donde lo he puesto a consideración de los medios de comunicación. La idea principal es seguir dándole la importancia a la música vallenata y resaltar el trabajo que cumple la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, una entidad grandiosa y que merece los honores de todos los que nos dedicamos a la música vallenata”, expresó Germán Villa.
Al preguntarle si volverá a participar el próximo año, no lo pensó mucho y dijo: “Me voy a quedar quieto, porque durante cuatro años consecutivos he participado y ahora es bueno gozarme a plenitud el próximo festival vallenato y más que será en homenaje a un grande como es Gustavo Gutiérrez Cabello, a quien admiro por su manera de componer porque la poesía y el sentimiento ocupan un lugar destacado”.
Grandes satisfacciones
El cachaco más feliz del mundo piensa que este ha sido su año, debido a que ganó en Valledupar y su equipo Santa Fe se coronó campeón del fútbol profesional colombiano, después de más de tres décadas de no alcanzar una estrella. Además, su esposa Celena Romero, interpretó en la producción musical la canción ‘Tu eres el amor’ y lo premió con el saludo: “Germán Villa, tu eres el amor”. Claro, ella tiene razón se metió en su vida sin mandar aviso, sin notificar y se apoderó de lo más bonito que pueda tener. Además, él, ya tiene quien le cante sus canciones y lo hará con el amor más grande.
Germán Villa Acosta, para regresar a la fría Bogotá lo pensó dos veces porque la cálida Valledupar es como un imán que lo atrae porque el ‘Rey del folclor’ debe estar en su segunda tierra, esa que lo llena de sentimiento y lo hace inspirar en un abrir y cerrar de ojos.
A ritmo de un acordeón
con sus notas tan alegres
yo le ruego aquí a mi Dios
que no se muera el merengue.
Es un aire tradicional
por su estilo y melodía
hoy lo quieren acabar
como dijo Leandro Díaz.
Y por eso yo les pido
con respeto y con razón
que no echemos al olvido
al rey de nuestro folclor.
uve la oportunidad de conocer físicamente al compositor German Villa Acosta, una tarde colombiana con el frío natural de la sabana de Bogotá. ambos fungíamos como jurados calificadores en un Festival Local de Música Vallenata en la capital del país.
El Festival fué en honor al mas grande cantor que ha parido la musica vallenata y me refiero a Diomedes Diaz Maestre "El Cacique de La Junta". El Doctor Germán como le digo respetuosamente ducho en estas lides comentaba que recientemente le habían grabado precisamente un tema en honor al Cacique Diomedes Diaz, recientemente fallecido y que la obra musical llevaba el nombre "NACE LA LEYENDA" interpretado por Enaldo "Diomedito" Barrera y el acordeón del Rey de la Leyenda Vallenata: Alberto "Beto" Jamaica, El Rey Cachaco como lo conocen en la farándula nacional.
El espíritu altruista de German Villa Acosta no dudó en acompañar mis notas de jurado en el concurso mencionado, analizando y discutiendo salomonicamente a cada uno de los participantes.
Pensamos que los triunfadores de eses certamen realizaron un justo homenaje al Cacique, querido por su fanaticada por su gran aporte al folclor e inigualable cantautor vallenato.
German Villa Acosta, comentaba que tenía escasos 16 años, cuando compuso su primera canción titulada ‘Corazón hondano’ un homenaje a su progenitor Hernando Villa, quien era oriundo de Honda en el Departamento del Tolima. De esta manera comenzó este nuevo oficio hasta hoy contar con más de 70 canciones, muchas de ellas, grabadas y otras que han ocupado destacados lugares en distintos festivales vallenatos del país.
El Dr. Germán Villa, Abogado de profesión y connotado compositor nacido también en el interior del país presentó a partir del año 2009 un cancionero de composiciones en el Festival de La Leyenda Vallenata donde siempre lograba quedar entre los primeros puestos y fue así que con esfuerzo y denuedo logra llevarse el máximo galardón en el año 2012 con el tema: "EL REY DEL FOLCLOR".
En el año 2014 salió triunfante en la ciudad de Barrancabermeja con la canción: "QUE RENAZCA LA ESPERANZA" y llevada a los estudios de grabación con el titulo: "POR MI COLOMBIA" con el canto de Ivo Díaz, hijo del juglar Leandro Diaz Duarte.
GANADOR CANCION INEDITA DEL 2do FESTIVAL CORAZÓN CARIBE - 2.015 EN BOGOTÁ.
Muy gentilmente hace llegar la canción triunfadora donde relata con sabiduría lo que está pasando actualmente en el folclor vallenato, la presencia del brincoleo y el balanato quiere imponerse abruptamente con la nueva generación de interpretes y compositores y donde interpreta la triste realidad de las nuevas composiciones. EN DEFENSA DEL FOLCLOR - German Villa. Compositor: German Villa Acosta. Canción Inedita 2.015. Interprete: Jorge Luis Ortiz - Acordeón: Omar "El Zorro" Hernandez.
La tradición de plantar árboles fue heredada de la Revolución francesa y su significado va más allá de lo que se espera
Por:Tiberio Murcia Godoy
Abril 16, 2018
En el siglo XXI la paloma blanca es el símbolo de la paz y hace 205 años el arrayán era el árbol de la libertad, que era lo más ansiado por la población granadina. Este año se conmemora los 205 años de la siembra de árboles de la libertad en este territorio que angustiosamente exigía “libertad”.
La influencia francesa
Gonzalo Hernández de Alba, citado por Víctor Florián, afirma: “se puede seguir de cerca la importancia que tuvo la Revolución francesa en nuestro medio, sus influjos y consecuencias. Porque no solo fueron los libros de Rousseau, Voltaire, Diderot D”Alembert los que se convirtieron en acicate del pensamiento criollo sino también la presencia y asimilación de símbolos revolucionarios: el árbol de la libertad, el gorro frigio, la escarapela. Asimilación bien visible a través de las ceremonias de plantar el árbol”. Para la Francia revolucionaria, “el árbol significa el adiós a un viejo mundo y el nacimiento de otro nuevo”. “Ahora me parece que la influencia de los hechos de la revolución de los franceses se hace más directa, más inmediata y menos discutible” es una conclusión a la que llega Hernández de Alba luego de ese amplio análisis del impacto y la aceptación de dichos símbolos en el Nuevo Reino, las estrechas “coincidencias simbólicas”(1).
La idea de plantar un árbol
“Aunque en el año de 1813 se inicia oficialmente la siembra del árbol de la libertad, en el Manifiesto de Cartagena de 1812, Simón Bolívar ya lo mencionaba ante lo que él denominaba la caída de Venezuela y la posible invasión de los españoles”, afirma Ana Derly Prieto Novoa. No obstante fue “Antonio Nariño, presidente del Estado Soberano de Cundinamarca deseoso de consolidar la armonía consideró que era el momento oportuno para reforzar el ánimo de sus tropas y proyectarlo a la población civil. Es así como programó la celebración de una fiesta cívica, patriótica y ciudadana para lograr una ‘buena armonía’ entre los partidos enfrentados en aras de las ideas centralistas y federalistas que defendían. Con esta finalidad, el gobernante triunfador determinó plantar el árbol de la libertad en la plaza mayor de Santafé y en las poblaciones más notables de Cundinamarca, acto que tendría lugar el 29 de abril. Así se había determinado cinco días antes, mediante el bando respectivo” (2).
¿Por qué un arrayán?
“El arrayán es un árbol nativo que tiene la virtud de crecer en distintos lugares de la geografía colombiana. Sus hojas perennes lo hacen ver verde todo el año. La tradición de plantar árboles fue heredada de la Revolución francesa; es decir de una revolución de la cual se esperaba morder un delicioso fruto: la libertad”, concluye Ana Derly Prieto Novoa (3).
¿Cuándo se sembró el primer árbol en nuestro territorio?
Roberto Velandia Rodríguez reseña en su libro La Villa de San Bartolomé de Honda. Tomo II este importante suceso: “El árbol de la libertad en Honda fue sembrado en solemne ceremonia por mandato del subpresidente interino don Ignacio Herrera el lunes de abril de 1813, según consta en la siguiente carta: ‘Excmo Sor, El segundo día de Pascua 19 de este mes se levantó el árbol de la Libertad en la Plaza de San Francisco de esta Villa, con licencia de don León Armero, en quien recayó la Sub-Presidencia por ausencia de don Antonio Viana. Mil hablillas compañeras inseparables de los nuevos acontecimientos comenzaron a difundirse entre la multitud que apetece la licencia; y para contener los excesos que pudieran ocasionarse sobre la tabla, dicte la declaratoria o significación para que el mismo instante fijara en los lugares acostumbrados y con copia de ella doy cuenta a V.E. Honda 23 de abril de 1813. Ignacio de Herrera” (4).
Otras ciudades
“Santafé de Bogotá el 29 de abril. Otros árboles y juramentos parecidos fueron realizados en las poblaciones de Guasca, Guatavita, Zipaquirá, Ubaté, Fúquene, Chiquinquirá, Saboya, Sutapelao, Sogamoso. Los habitantes de Cali el 24 de junio del año siguiente” (1814), acota Germán R. Mejía Pavony (5).
“Desde entonces, en Colombia sigue viva la tradición de plantar árboles de la libertad. En gigante, Huila, José Hilario López plantó una ceiba cuando decretó la abolición de la esclavitud durante su mandato presidencial (1849 – 1953)” (6).
Día del árbol
Coincidencia o no por haber sido sembrado el 29 de abril de 1813 el árbol de la libertad en Santafé de Bogotá, “el día de árbol se celebra en Colombia el 29 de abril. Es una fecha para concientizar a la gente sobre la necesidad de proteger las superficies arboladas. Una jornada dedicada a plantar árboles en diferentes lugares, para frenar los efectos del cambio climático y la tala indiscriminada. El Día Nacional del Árbol, comenzó a celebrarse el 12 de octubre, pero un decreto del año 1941 decidió conmemorarlo el 29 de abril”. (7).
Han pasado 205 años de ese gesto simbólico y hoy sí que se hace indispensable la siembra de árboles en todo lo ancho y largo de la geografía colombiana no solo para evocar la libertad, sino para preservar el medio ambiente y vivir en paz con la naturaleza.
(4) Velandia Rodríguez, Roberto. (1991). La Villa de San Bartolomé de Honda. Epca de la Independencia y la Gran Colombia Tomo II. Editorial Kelly Bogotá. Págs. 56 y 57
(5) Mejía Pavony, Germán Rodrigo. (2009). El árbol de la plaza. Colección Bicentenario. 11 relatos para volver a a contar. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá. Pág. 80